Celebridades Despide mamá de Ari Behn a su hijo con un mensaje conmovedor Marianne Behn, exsuegra de la princesa Marta Luisa de Noruega, habla del suicidio de su hijo Ari Behn por primera vez con una emotiva reflexión: "La oscuridad nunca le atrapó". Por Nuria Domenech Publicado en Diciembre 29, 2019 10:15AM EST La mamá de Ari Behn se sumó a las muestras públicas de dolor ante la trágica noticia del suicidio de su hijo en Navidad. Marianne Behn compartió un emotivo mensaje desde su cuenta de instagram con un mensaje dedicado a su hijo, exmarido de la princesa Marta Luisa de Noruega, quien se quitó la vida con tan solo 47 años. IG @mariannebehn. Bajo la foto, en la que ambos aparecen sonrientes en la playa, la mamá del polifacético artista, escritor y pintor, le dedicó estas sentidas palabras: “Mi queridísimo Mikis. La oscuridad nunca te atrapó… Fue la brillante luz que se fundió contigo”. SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETIN La mamá de Ari Behn jugó un papel muy importante en la vida de su hijo, ya que fue ella misma quien le presentó al amor de su vida y mamá de sus tres hijas, la princesa Marta Luisa de Noruega. Marianne fue profesora suya en la universidad de Oslo. La princesa en cambio, fan del uso de las redes sociales, no se pronunció todavía acerca de este doloroso suceso. No podemos imaginar la situación tan difícil que atraviesa estos días, seguramente todavía en shock ante la muerte del que fuera su esposo durante catorce años, tratando de consolar a sus tres hijas adolescentes: Maud Angélica, Emma Tallulah y Leah Isadora, quienes tienen ahora 16, 14 y 11 años respectivamente. El día 25 de diciembre, poco antes de enterarse de la tragedia, una feliz Marta Luisa llegaba a la misa de Navidad, acompañada de su amado chamán californiano de 45 años, Durek Verrett, en el primer acto oficial al que acudía con su pareja. El hecho pasó prácticamente desapercibido ante la magnitud de la noticia que se conocería poco tiempo después y que conmocionó tanto a la realeza de Noruega como a todo el país. Hace diez años Ari Behn ya hablaba de su salud mental con la revista noruega Massiv y así imaginaba su final: “No soy un hombre feliz. Tengo pequeñas crisis a diario. El problema más pequeño e insignificante puede hacerme saltar hasta pegarme con el techo. Sufro una crisis nerviosa al menos una vez al día. Voy a morirme solo, sin ninguna compañía. Solo y amargado. Es como si nunca fuera capaz de atarme a algo del todo”.