Celebridades La actriz Alina Lozano comparte su experiencia con la culebrilla: "Ese dolor es totalmente incapacitante" La actriz colombiana Alina Lozano asegura que el episodio de culebrilla que vivió hace unos años le dejó unas lecciones tan importantes e inolvidables como el dolor que sintió. Por Emilio López Publicado en Agosto 31, 2023 06:10PM EDT Foto: CORTESÍA PRENSA GABRIEL BLANCO REPRESENTACIONES ARTÍSTICAS EL 2020 no fue un buen año para Alina Lozano. Todo empezó con un molesto sarpullido en la espalda que, sumado a una sensación permanente de fatiga, fue empeorando con el paso de los días. Fue un amigo de la actriz colombiana quien le recomendó un extracto natural para calmar un poco el dolor. Dicho y hecho, la intérprete se tomó "unas goticas", sin imaginar el calvario que estaba a punto de comenzar. Lozano asegura que lo que experimentó a continuación fue uno de los episodios médicos más duros que le ha tocado vivir desde que tiene memoria. El responsable de su sufrimiento tenía nombre y apellido, el herpes zóster, que la llevó a atravesar unos umbrales de dolor que nunca pensó que existieran, pero del que asegura que también ha extraído importantes lecciones que ahora quiere compartir. Hoy admite, con una mezcla de resignación y sentido del humor, que consumir aquellas gotitas de un extracto natural de plantas no fue una buena decisión. "Me automediqué sin saber lo que tenía y tratando de buscar respuestas a ese malestar tan grande que sentía. Me dijeron, 'tómese una gotita', pero yo me tomé como cuatro de manera irresponsable, en lugar de haberme ido al médico de una vez", reconoce la actriz, que es recordada por su papel de Nidia en la telenovela Pedro el Escamoso. CORTESÍA PRENSA GABRIEL BLANCO REPRESENTACIONES ARTÍSTICAS Como el remedio no le funcionaba y el dolor persistía, decidió acudir al hospital porque el suplicio era cada vez más intenso y necesitaba un diagnóstico. "Me daba pena decirle a la doctora, porque, además de las gotitas, me había untado una crema [de ese mismo extracto]… Pero cuando se lo enseñé me dijo: 'Alina, tú tienes herpes zóster. ¿Tú sabes lo que es la culebrilla?'. Todo ese malestar que había tenido en los días previos era por el herpes", cuenta. El herpes zóster es una infección cutánea causada por el mismo virus de la varicela, que provoca una erupción dolorosa que puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Se estima que aproximadamente una de cada tres personas en Estados Unidos contraerá la llamada popularmente culebrilla en algún momento de su vida, según las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). A Lozano, de 54 años, le tocó recibir un tratamiento de emergencia y permaneció dos días hospitalizada con unos dolores muy fuertes. La doctora tuvo que recetarle una crema para aliviar el sarpullido que presentaba en la zona lumbar. Ya de regreso a casa, llegó a pensar que lo peor había pasado, pero apenas cuatro días más tarde los dolores se volvieron insoportables y tuvo que salir de nuevo corriendo a urgencias. "Los dolores son un infierno, yo nunca había sentido un dolor así, nunca, nunca. Es como si te estuvieran disparando tachuelas a gran velocidad que te atraviesan el cuerpo y no pararan de disparate nunca, las 24 horas", recuerda de aquellos días de agonía. "La verdad, no se lo deseo a nadie", añade la intérprete, a quien también hemos visto en producciones como La reina del sur o Hasta que la plata nos separe. En esta segunda ocasión, la doctora decidió administrarle un derivado de morfina para que pudiera descansar y recuperarse después de tantos días de padecimiento. "Fueron siete horas de nirvana y te juro que desde entonces entiendo que existan adicciones a ciertas sustancias, porque yo estuve en el paraíso, me la pasé feliz durante siete horas sin dolor", rememora durante la entrevista desde su casa a las afueras de Bogotá, en la que vive con su hijo, Samuel, de 15 años. Alina Lozano con su hijo, Samuel. Cortesía Alina Lozano En su caso tuvo suerte porque no llegó a transformarse en una neuralgia posherpética, un trastorno crónico que suele presentarse en la misma zona de la erupción y que puede durar meses o incluso años después de desaparecer el sarpullido. "Hay personas a las que les queda la neuralgia y yo estaba aterrada, porque no sé cómo podría aguantar un dolor así, pero afortunadamente a mí no me ha quedado", asegura. Se trata de la complicación más común del herpes zóster y según datos de los CDC, entre una y dos de cada diez personas afectadas termina desarrollando la neuralgia posherpética. La culebrilla también puede causar otras complicaciones graves relacionadas con la visión, incluida la ceguera, y con muy poca frecuencia puede causar neumonía, problemas de audición o incluso encefalitis. Lozano había oído hablar de la culebrilla antes de sufrirla en carne propia, pero asegura que nunca antes había escuchado el término médico herpes zóster. "Yo vengo de un barrio popular y es bastante común que te dé la culebrilla. De hecho, a mi hermana le dio cuando era una niña, pero no recuerdo que fuera un evento tan grave", señala. CORTESÍA PRENSA GABRIEL BLANCO REPRESENTACIONES ARTÍSTICAS Afortunadamente, en aquellos difíciles meses del 2020, en los que también perdió a su madre, no tenía ningún proyecto profesional entre manos. "En el fondo, menos mal que fue así, porque ese dolor es totalmente incapacitante. No sé si habría podido trabajar con un dolor así, que no te deja ni pensar o caminar… uno se vuelve como un animal lleno de dolor", advierte. Desde entonces ha sufrido un par de episodios, siempre acompañados de fatiga crónica y desaliento, pero no tan intensos como la primera vez. A los siete meses le salió un "fuego" en la boca y en esa ocasión no se lo pensó dos veces y se fue directamente al médico. "Cuando me pasa, voy donde la doctora para que me receten un nuevo ciclo de antibiótico para que los síntomas no sean tan fuertes", explica. Los expertos recomiendan a las personas mayores de 50 años, como Lozano, que se vacunen contra la culebrilla. En su caso, apunta la actriz, todavía no lo ha hecho, porque además del herpes zóster, ese año también le dio la covid-19. "El médico me ha dicho que espere, que le dé chance a mi cuerpo de recuperarse, porque luchar contra dos virus al mismo tiempo es complicado, pero sí me la voy a aplicar cuando me lo digan". A cualquiera que pueda estar pasando por lo mismo, les recomienda no recurrir a remedios caseros. "Si salen las vejigas, si tienen fatiga crónica y un malestar intenso, tienen que correr al médico porque hay todo un mundo de antivirales muy efectivos. Hay que hacer todo para que la neuralgia no quede, y la neuralgia no queda en la medida en que todo sea bien atendido por un especialista", añade. Cortesía Alina Lozano También destaca que a pesar de lo mal que lo ha pasado, se siente agradecida porque la culebrilla —y el coronavirus— le han ayudado a ver la vida de otra manera. "La enfermedad es una experiencia que alecciona. Fue demasiado dolor y castigo en el cuerpo, demasiada fisura emocional, y eso me ayudó a entender que lo que necesitaba era tomar con mayor firmeza la responsabilidad de mi vida", asegura. Al mismo tiempo, no le apena reconocer que meses antes de recibir el diagnóstico, se había abandonado un poco tanto mental y emocional como espiritual y físicamente. "Estaba entregada al estrés y cuando eso se encarnó en mi cuerpo, me tocó aprender a quererme más, a cuidarme y a tomar de mi propia medicina artística a grandes cucharadas: sí, el herpes zóster me ha dejado muchos aprendizajes", afirma